Una tasación hipotecaria es una valoración oficial de un inmueble para que este pueda ser objeto de garantía en un préstamo hipotecario. Su finalidad principal es que la entidad bancaria conozca el valor real de la vivienda y determine hasta cuánto dinero puede prestar al solicitante.
Generalmente, los bancos financian hasta un 80 % del valor de tasación, y este paso protege tanto al banco como al comprador ante posibles impagos.
Existen varios métodos para determinar el valor de un inmueble:
Método de comparación:
Se compara la vivienda con otros inmuebles similares cuyo valor sea conocido. Es el más utilizado para viviendas residenciales.
Método residual:
Calcula el valor de un inmueble considerando lo que costaría construirlo desde cero y restando los gastos necesarios. Se emplea cuando no hay suficientes inmuebles comparables.
Método de capitalización:
Valora el inmueble mediante la actualización de todas las rentas netas que generará. Es frecuente en grandes negocios inmobiliarios o locales comerciales.
Método del coste:
Calcula el coste de reemplazo o reposición del inmueble, utilizado como apoyo para validar otras metodologías.
Al tasar un inmueble, los tasadores consideran:
Localización de la vivienda
Inspección ocular del inmueble
Estado de conservación y construcción
Existencia de servidumbres que afecten al valor
Concordancia con la documentación del inmueble
Estado de ocupación
Adecuación al planeamiento urbanístico vigente
Ventas recientes de inmuebles similares
Superficie
Antigüedad
Estado de conservación
Calidad de materiales e instalaciones
Tipo de edificación
Entorno y servicios cercanos
Transporte público disponible
Las tasaciones deben realizarse por agencias homologadas, inscritas en el Registro de Entidades del Banco de España. Entre las más conocidas están: Tinsa, Ibertasa, Valtecnic, Sociedad de Tasación, LKS Tasaciones, Gesvalt, Arquitasa, Compañía Hispánica de Tasaciones y Valoraciones.
La normativa aplicable incluye:
Real Decreto Legislativo 2/2008 (Ley del Suelo)
Orden ECO/805/2003, que regula los principios de valoración para garantizar la seguridad hipotecaria
Una tasación tiene validez de 6 meses, después de los cuales debe renovarse.
El coste aproximado de una tasación es de 400 €, variando según tamaño y valor del inmueble.
Existen pre-tasaciones gratuitas que no tienen validez oficial ante el banco y sirven solo como referencia.
Las tasaciones no solo son necesarias para hipotecas, sino también para:
Herencias
Segundas tasaciones
Valoración de inmuebles para ventas o inversiones
Además, son un indicador adelantado del mercado inmobiliario, ya que reflejan la evolución del precio de la vivienda y ayudan a tomar decisiones de inversión más informadas.
Realizar una tasación hipotecaria o inmobiliaria es un paso imprescindible para comprar una vivienda, ya que asegura que el precio sea justo y protege tanto al comprador como al banco.
Si quieres saber más sobre cómo adquirir tu primera vivienda, puedes consultar nuestro artículo: Cómo adquirir una primera vivienda.
Para conocer los aspectos legales y costes de una hipoteca, te recomendamos leer nuestro post sobre la Ley Hipotecaria.
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